Racarga Epidérmica

CUERPO VACIO, navajas que arrojan contra mi espejo.
Aprendiz de holocausto, agudo pitido en mis oídos.
Podrido registro de tu olor, calor de un cuerpo enfermo y herido
De frío.
Eco perdido de un grito en la soledad.
Negro pozo, futuros, incisos, corte en el rostro
Reflejado en el espejo del tiempo, dale prisas a la guadaña;
Que hace frío.
Gente; incoherente, borracha que se posa en mis manos
Gente; irritante, escozor de ojos cansados y pies sucios.
Gente; mentes en blanco, mentirosas, nidos de fariseos.
Códigos de barras, caras de gatos que por la noche arañan la sábana negra que tapa testigos sin lengua.


Prisas sin agobios.
Agobios sin prisas.

Por favor, recarga, sin batería, recarga.

CUERPO CUBIERTO, lleno de claveles arrojados contra mi ventana abierta.
Aprendiz del viento que perdona, melodía que despierta mi oído dormido.
Registro de tu perfume posado en un cuerpo lleno de vida.
Y de calor
Eco que vuelve a mí, nacimiento, nascimento, naissance, birth.
Horizonte en cinemascope, futuro, cicatriz que se alivia con los besos.
Distrae a la guadaña, que ahora empieza mi cosecha.
Con el calor.
Gente; la misma de siempre, sonriente.
Códigos indescifrables y únicos, gatos que por el día sueñan que los testigos hablan
Y que las lunas bailan en las verdes aguas de tus ojos amplios
Que misteriosamente, me recargan
Con calor.




Junio. 2004.