Monday, October 16, 2006

Linea tierra-mar.

(Maleta de cartón. Fuente del Arco, Badajoz, 2004)

El siguiente autobús no pasó hasta las 00:30h, la vaguedad de su mirada y la incomprensible sensibilidad hacia la larga procesión de hormigas le inspiró una dramática situación en la cual un salivazo bien encajado rompería la constancia y tenacidad de nuestro negro cofrade.
Tales era malo, travieso y de temible mirada. Se dirigía a la costa, ansiaba ver el mar porque escuchó con atención historias de piratas, de bucaneros y aguerridos capitanes, de tesoros y glorias, de aventuras y abordajes de cuchillo mellado en dientes oxidados, Tales quería ver el mar, pero no podía olerlo, no podía oírlo y no podía sentirlo porque Tales además de malo era de secano y oriundo de una pequeña aldea cacereña. Como no pudo entender nunca el mar, tampoco pudo entender las líneas del bus y sin dudarlo saltó al abordaje del primero que llegó, se quiso sentar atrás y ensancharse, como un comensal después de una bacanal cerró los ojos y dormitó cambiando de postura en cada parada, la línea Cádiz-Soria era la más larga de la empresa.

Lucía era morena y de profundos ojos azules, esperando el bus y aguantando la intensa llovizna se habría subido en Madrid, su pelo era un mar de algas negras y su carácter chocaba bravamente con cualquier rompeolas que se le pusiera en su camino, anduvo por el pasillo de luces tenues, era de noche y no encontraba el ansiado asiento doble donde colocarse, ella y su bolso. Al fondo, Tales, ocupando cuatro incómodos asientos inhabatibles.
Siempre con la educación por delante pidió permiso, Tales, siempre con simpatía se negó, ella antepuso el pie indignada y él con queja cedió, juntos harían el resto del viaje.
Lucía se dirigía a Soria, donde partiría bastón en mano y pesada mochila a la espalda hacia Santiago de Compostela, su deseo entonces era descansar hasta el fin del trayecto, objetivo que no llegaba por el continuo canturreo de su copiloto de sueños; Tales mascaba algo con la boca abierta y su repertorio no paraba, ya varios “sshhhts…” llegaron desde delante y el, correspondiente en sus modales torturó la melodía hasta deshacerla como hilos de cartón, aún así, notó la presencia de Lucía.

La noche a veces desata tormentas, relámpagos de luz que como un fotograma desatado deja pasar secuencias de luz, tormentas personales entre protagonistas anónimos y desconocidos. Fue fugaz, al paso, en la Nacional, un motel llamado “La isla” pasó a 90 Km. /hora que si más dejó ver los azules ojos de Lucía clavados como espinas en los de Tales, y Tales sucumbió, Tales se amohinó, se abucharó y su presumida juventud sufrió la ira de Lucía, sin mediar palabra alguna, sólo un instante y el silencio se apoderó de la parte trasera del viejo y gastado Diesel. En la sequedad de su boca y en su estomago hecho un nudo se sintió varado y una irremediable sensación de rubor se apoderó de él, Venus o Afrodita o quién fuera esa criatura lo había tumbado a sus pies. Tales, sin saberlo, se había enamorado.

Al despuntar el alba, se despertó de un sueño imposible, se sentía atado y aturdido por un canto de sirenas que taladraba su mente. Lo primero que hizo fue buscar a la misteriosa chica del asiento 46, ya no estaba.
Lucía se bajó en la primera parada y serían las prisas o sería el destino que olvidado se dejó un papel que Tales se apresuró a tomar en su poder.

Era una fotografía de ella echada en penumbra a la
orilla del mar, mal hecha y despeinada, sus pies tumbados eran acariciados por una suave espuma blanca y más atrás un intenso e infinito azul que colocaba en su ojal un sol rojo poniente que desprendía un fabuloso rayo verde, algo mágico.

La miró nervioso dándole la vuelta varias veces, detrás y escrito con dulce letra de chica rezaba:

Recuerdos de mi casa, Bahía de Cádiz.

Sólo un golpe de ola fue suficiente para llevar a pique todo un osado buque…
(Cala Salada, Ibiza, 2006)

4 comments:

Anonymous said...

Hola perdido en la noche!!

Me ha gustado mucho este relato, los demás aún no he podido leerlos; y las fotos estan chulas, he visto la del rayo q dijistes...

Un besote y prometo seguir leyendo y posteando...

Como podrás comprovar la mayoria de mis fotos no tienen puntos de fuga, jeje ;P

Yosi said...

gracias chula!, al menos alguien que se digna a comentar algo!, aproposito de tus fotos; el punto de fuga se pierde en la nieve, claro no las he visto, jeje, mandame algunas o si tienes blogg o "argo" y a ver si nus vemos y te cuento mi "pérdida en la noche" capitulo V

pettons!

Anonymous said...

Ei! las fotos las puedes ver cliclando en mi nombre...

un besote

Anonymous said...

yo no se nada de fotografia ni nada de letras.yo no se de casi nada pero lo que haces es bonito