Thursday, September 21, 2006

Septiembre

(Estación de Ferrocarril de Fuente del Arco, Badajoz, 2005)
Desde mi vagón.

El olor a embrague que embriaga el tiempo y goma tostada que este tren que va me deja poco a poco a la vista el color del rastrojo, pelo paja rubia de mi tierra que permitiendo ver a ritmo del traqueteo pausado postes raídos que amansan con sus cables el aire seco del Oeste, cada zarza quemada que vuelve a brotar me trae de nuevo a esta mi región olvidada... va lento, tanto que puedo enhebrar cada zarzamora que veo en un suave junco, tanto que me presentare con una ristra de ellas, para que nos manchemos las manos y la cara de lila.

La espera se hace tranquila, la espera que no te espera en la ciudad aquí te deja a tu azar. Impuntualidad que sólo molesta a quien no comprende y no quiere a esta gente de habla cantarina y serena costumbre, músicos de trompetas y cabra, conductores que te hablan sin parar mientras que dejan que su bus rebose de gente que se pisa y se sudan, gente que le apetece dormir allí donde le parece, o donde el calor estival les deje.

Las mismas vías, los mismos raíles oxidados y las de siempre traviesas cocidas con el alquitrán de mi infancia. Aunque las caras no sean las mismas, creo reconocer en cada una de ellas a muchos exploradores de cuevas y alamedas.

Tierra también de chumberas y postes de fútbol arrancados de la tierra batida, puestas de sol grandiosas que dan paso al hemisferio celeste y reino de la luna llena de agosto. Cemento descompuesto que deja ver su esqueleto de hierro encofrado, cortijo hundido y pastor con gafas rayban. Eucaliptus, todavía ahí, chupándole la política de la encina al venero que refrescaba la huerta. Bestias en circulo cenando ya la paja de septiembre, niños que vienen de las albercas aún con el bañador y que corren sin camiseta, a cenar tortillas francesas, sucios y morenos, gastando sandalias.

(Ermita de la Virgen del Ara, Fuente del Arco, Badajoz, 2003)

Olores a hinojos, romero, tomillo y caminos a hierro alumbrados de polvo. Olivos sin chuponar y encinas sin talar, lavanda... y jara pringosa que regala su aroma cosiéndolo a la ropa, como una enseña, como un sello a la carta que me mandas cada verano.

Si los caminos de tierra hablaran de cuando mostraban los cardenales dejados por la herradura de siete agujeros, de cuando los viejos se recogen con las manos atrás y la conversación por delante.

Ya se echa la noche nochera de los grillos que acuestan temprano a la chicharra, la noche de los ojos de la flor de jara, que como el blanco de los tuyos veo tras la oscuridad.

Ya te pones tu rebeca también blanca, ya refresca la brisa serrana.

(Llerena, Badajoz, 2003)

9 comments:

Anonymous said...

tui

Anonymous said...

me da pena.
yo me quiero morir en mi casa.
ya no veo ni jaras ni olivos ni encinas...ya no .

Yosi said...
This comment has been removed by the author.
Yosi said...

Yosi dijo...
sabes?, no debería de darte pena, si la llevas dentro todos los días la podrás ver y respirar. La realidad la cambia mucho, donde antes había caminos, ahora hay alambradas, donde habia un prado o una era, ahora hay un chalet adosado.
"Tu verdadera patria yace en el recuerdo", dijo alguién y no le faltaba razón.

un abrazo y p´alante!

Anonymous said...

así es. Pero aún se respira el olor de la jara en el atardecer dorado. Aún te canta el grillo su nana oscura... y aún se mantiene el placer de sentir "el tilo del huerto de Don Luis" regalándote su dulce fragancia en los "pollos" de la plaza mientras el pueblo duerme y las estrellas brillan...

Anonymous said...

pero ahora hace frío. Los luceritos rojos de mi brasero se pegan en la badila. Eso es que va a llover...

Yosi said...

Anonimo, Te admiro por lo que has escrito, es muy reconfortante, de verdad, incluso he parado en mi trabajo para releerlo varias veces, este es un tema que hay que saber apreciar, sólo unos pocos mantienen ese "sentir" del que me hablas. Lo triste es que el "desarrollo insostenible" seque el alma de los pueblos y seque, tarde espero, ese Tilo.
¡Ah!, ¿Los "pollos" de la Plaza...?

Anonymous said...

"pollos" con dos "ll" en honor a la abuela Mercedes que decía: "el abuelo está sentado en los poyos de la plaza" y nosotros imáginábamos al abuelo montado en un gran pollo amarillo...besorros y enhorabuena por el blog.

Anonymous said...

Ah! papá se ha vuelto a lucir con el salchichón.